1. |
Paraíso
03:05
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La pereza es la funda de todos los cuchillos.
Pereza tan cercana al corazón: ni gana soledad, ni pierde indiferencia.
Desde la mirada que no apunta.
Desde la postura que no carga.
Pereza tan cercana a la piedad: dejándonos querer, dejándonos en paz.
A medida que el esfuerzo abandona, el campo de batalla se va haciendo una delicia.
Sin la acidez de la manzana prometida, sin el frasco de veneno concentrado en cada lengua.
Nada como vivir de no hacer daño.
Nada como vivir de no hacer nada.
La estrategia del amor: pereza de la lucha en el abrazo, pereza de la fuerza en la caricia.
Y el aplauso más largo para el tiempo.
Enhorabuena a la historia, felicidades al mundo.
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2. |
Primero de mayo
02:54
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Cada mañana nos amargan el café.
Y al mismo tiempo seguimos la corriente a los culpables, a ejemplares de frente agresiva y conciencia vulgar.
Removemos un fondo sin poso, como absurdas cucharillas en turbios remolinos sin azucar.
Toleramos, de lunes a viernes, el desprecio: soportamos, soportamos y soportamos.
Tras el baño de plata, los fines de semana, ya rendidos, acostamos el puño sobre la almohada.
Acariciamos, debajo de la sábana, la muñeca desnuda.
A destiempo, sin cuerdas de ninguna esclavitud, afinamos el pulso, el propio contrabajo de la especie.
A destiempo, los truenos que abandonan la tormenta.
Y las estrellas siguen vivas en el cielo (que sólo mueren a los ojos de la ciencia).
Y las serpientes no anidan en los frutos (asunto de los pájaros, tan sólo de los pájaros).
Volamos, volamos y volamos.
Despegamos el aliento, y también el paladar, de la amargura de la lengua.
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3. |
Tregua
03:29
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Una calada, un beso en la boquilla de la pipa, una bendición.
Fuera, el mismo tiempo de carácter tormentoso, la misma tierra de raíces retorcidas y convertidas en culebras.
Días para no madrugar, incluso para no despertar.
Dentro, una sábana blanca ondea por mi frente: ya no me levanto contra mí, ya no me levanto contra nadie.
Horizontal, la delicia del cansancio.
Vertical, el incienso de la chimenea, la ascensión de la gloria, el humo de la buena voluntad.
Cuando el mundo amanece, sonrío con los ojos cerrados (para verlo mejor, encuentro más luz en el sueño).
Va otro día sin ganarme la vida, va otro día sin ganarme la muerte.
¿Y cómo sobrevivir, corazón, en postura tan pacífica?
Que ni para amarte he de levantarme.
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4. |
Valor
02:25
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Sé valiente, y déjate vencer por los que son más débiles que tú.
Tal vez así podamos detener el curso de esta infame evolución.
De frente, acompasamos mal el corazón a nuestras vidas
y acompañamos bien a nuestra sombra.
Tan sólo a nuestra sombra que pronto se convierte en un fantasma.
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5. |
Ambición
02:17
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Contra el drama más largo, la tragedia más breve.
Tomar conciencia de la obra, desobedecer, acabar la función cuanto antes.
Gracias al conocimiento, salir con dignidad del paraíso: una manzana en la boca, una serpiente en el cuello.
La cabeza bien alta, al lado de los pájaros.
Sólo hay paz mientras dura el bostezo.
Hasta en los sueños hay guerras.
Estamos mal dormidos, mal soñados: debajo de la almohada, algo parecido a una serpiente.
Despiertos, almorzamos palomas y cenamos cuervos.
Porque arcadas da el hombre al hacerse tan hombre (esa hombría animal, esa voluntad sumisa ante la infame evolución).
Por eso, ni a por todas ni a por todo (no conformarse con más de lo mismo).
No tan violentos, no tan dóciles, y menos pájaros de un tiro.
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6. |
Polar
04:30
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La mirada celestial se retira a descansar del universo.
Mientras apaga la luz, si mira por debajo de las nubes, enrojece.
Tal vez avergonzada de la tierra, como queriéndose morir bajo la almohada.
Tapándose la cara muy despacio, escondiendo quemaduras, casi con el ojo ya cerrado.
Si mira por debajo de la luna, aparecen con fiebre las primeras estrellas.
Tan pálidas, parece que también nos hayan visto, y de lejos.
Una, haciendo de guía, ha muerto a los ojos de la ciencia, y el carro del cielo carga su cadáver.
Aunque deje a su paso algo de luz, hemos perdido el norte para siempre.
Hay un campo de exterminio en las alturas.
A nuestra imagen, a nuestra semejanza.
Primitivo, insensible en un punto de mira, a la caza se dedica el pensamiento.
Al conocimiento infeliz.
Y a quitarles la vida a las estrellas.
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